NARCISO Y SU DOLOR
Narciso, hijo de una hermosa náyade llamada Liriope que, raptada y violada por el dios de los ríos Céfiso, quiso saber el sino de su hijo recién nacido, y consultó al adivino Tiresias, quien presagió: "El niño tendrá una larga vida, salvo que se conozca a sí mismo". Debido a su extrema belleza, Narciso provocaba grandes pasiones en hombres y mujeres, mortales y dioses, a los cuales no respondía por su incapacidad para amar y reconocer al otro. Un día, Narciso se apartó de sus compañeros en el bosque, y distraído por la belleza del paisaje, el atardecer lo sorprendió en un paraje desconocido. Había llegado a los aposentos de la ninfa Eco, una náyade que castigada por Hera por seducir a Zeus, sólo podía repetir las últimas palabras de todo cuanto oía. Confinada a vivir eternamente en montañas y cuevas, deambulaba esperando a que alguien se acercara a su solitario hábitat para saciar sus deseos de hablar. ...